Diversión

Si alguien me preguntara “¿Por qué es divertido el ajedrez?” Le preguntaría de vuelta “¿Por qué no habría de serlo?” Y escucharía las millones de ‘razones’ de porque es aburrido, una pérdida de tiempo e incluso una estafa de la pirámide social que depende de “trucos y memorización” en el que los resultados están predefinidos. Tras lo cual yo simplemente le diría a dicho alguien que “bueno, es su decisión pensar así, pero nuestras opiniones no son la verdad”. La diversión del ajedrez, por supuesto, surge de aquella mismísima libertad de poder pensar cómo uno quiera, lo cual genera un estímulo creativo y sentido de responsabilidad que no se halla en muchos otros juegos. En él no existe la suerte ni la contradicción, sólo la ley de la verdad. Entre otros argumentos que confieren al ajedrez su matiz recreativo y entretenido, están que: Es un juego para todas las personas . Independientemente del género, edad, cultura, filosofía religiosa y/o política, el ajedrez puede apreciarse cómo...